Publicado en:
La Voz de Tenerife
Fecha: 07/12/2011
La Casa de Carta de Valle de Guerra acoge a un grupo de 20 niños de edades comprendidas entre los 6 y los 14 años,
El Museo de Historia y Antropología, centro de pendiente del organismo Autónomo de Museos y Centros, OAMC, del Cabildo de Tenerife, ofrece este fin de semana (del viernes 9 al sábado 10), un acampada nocturna para unos 20 niños de 6 a 14 años de edad. Se trata de una iniciativa que ha tenido muy buena acogida en otros centros museísticos del Cabildo, y que se traslada ahora hasta la Casa de Carta, en Valle de Guerra.
En el entorno rural en el que está ubicada la Casa de Carta, que es una de las sedes del Museo de Historia y Antropología de Tenerife, los intrépidos que se decidan a formar parte de esta acampada se convertirán en los custodios de lo que el museo alberga. Se acercarán cercándose a historias, tradiciones, costumbres, oficios y objetos de otro tiempo.
A la mañana siguiente, tras el desayuno, abrirán las puertas de la que ha sido su casa durante una noche. La luz del día favorecerá entonces otras actividades y, una vez almorzados, tocará despedirse de nuevas amistades, experiencias y curiosas anécdotas.
La Casa de Carta de Valle de Guerra acoge a un grupo de 20 niños de edades comprendidas entre los 6 y los 14 años,
El Museo de Historia y Antropología, centro de pendiente del organismo Autónomo de Museos y Centros, OAMC, del Cabildo de Tenerife, ofrece este fin de semana (del viernes 9 al sábado 10), un acampada nocturna para unos 20 niños de 6 a 14 años de edad. Se trata de una iniciativa que ha tenido muy buena acogida en otros centros museísticos del Cabildo, y que se traslada ahora hasta la Casa de Carta, en Valle de Guerra.
En el entorno rural en el que está ubicada la Casa de Carta, que es una de las sedes del Museo de Historia y Antropología de Tenerife, los intrépidos que se decidan a formar parte de esta acampada se convertirán en los custodios de lo que el museo alberga. Se acercarán cercándose a historias, tradiciones, costumbres, oficios y objetos de otro tiempo.
A la mañana siguiente, tras el desayuno, abrirán las puertas de la que ha sido su casa durante una noche. La luz del día favorecerá entonces otras actividades y, una vez almorzados, tocará despedirse de nuevas amistades, experiencias y curiosas anécdotas.
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